Así comenzamos:
A comienzos del año 1974, según Resolución del CPE Nº 2158, se acuerda dar un curso de formación docente para la educación diferenciada a nivel terciario, sentándose las bases para la creación en 1975 de una carrera para la formación docente en Educación Especial.
Posteriormente durante el año 1979 se conforma el Instituto de Formación Docente Nº 4 de Educación Especial, con el propósito de formar profesores de Educación Especial.
Luego en 1983 se produjeron los primeros cambios curriculares que dieron como resultado la creación de las siguientes carreras con las mismas características de ingreso y duración:
• Profesorado para la Educación Especial- Especialidad: Débiles Mentales. Plan de Estudios Nº 041
• Profesorado para la Educación Especial- Especialidad: Sordos e Hipoacúsicos. Plan de Estudios Nº 042
• Profesorado para la Educación Especial- Especialidad: Ciegos y Disminuidos Visuales. Plan de Estudios Nº 043
• y posteriormente en el año 1987, se crea el Profesorado para la Educación Especial- Especialidad: Irregulares Motores.
Plan de Estudios Nº 104.
Durante los años 1997 y 1998 se fueron analizando cuestiones relacionadas con los logros, dificultades, éxitos y fracasos del desarrollo de los diseños curriculares vigentes y sobre estos resultados surge fuertemente, la propuesta de realizar un cambio curricular.
a) Cambio de paradigma respecto de la concepción de sujeto pedagógico: inicialmente la formación docente en educación especial estuvo marcada por la impronta normalista, homogeneizadora, donde el sujeto de la educación especial era considerado como “aquel que no puede, que no llega a la norma”. El modelo médico en educación especial determinó un diseño curricular que en la actualidad está en crisis con dificultades para dar respuestas a las necesidades educativas de la población actual. El modelo ecológico – holístico cambia substancialmente la mirada incorporando en la escena educativa no solo la concepción neurofisiopsicológica del alumno con discapacidad, sino también su relación vincular con la comunidad en general y con la escuela en particular. Esta nueva mirada conlleva la necesidad de reformular los diseños curriculares de este instituto teniendo en cuenta los nuevos supuestos ideológicos, epistemológicos, y metodológicos para la formación docente en educación especial.
b) Las demandas actuales respecto de la capacitación y perfeccionamiento de los docentes en ejercicio de la provincia de Neuquén, han sido un factor influyente en los cambios de la matrícula del IFDNº4 y han impactado también en los índices de retención y desgranamiento (PEI 1999 A 2005).
c) El aumento de la matrícula en las escuelas de educación especial es una fuente de requerimientos de nuevos profesionales con una formación especializada por modalidad para trabajar con alumnos con discapacidad. Asimismo los procesos de integración / inclusión que promueven las leyes nacionales y provinciales necesitan de nuevos perfiles docentes para emprender con éxito la tarea de brindar una educación para todos los alumnos.
d) El Instituto Nacional de Formación Docente, de reciente creación refleja la consideración de “la formación docente como una cuestión estratégica de carácter nacional para la reforma del sistema educativo”. Dentro de las problemáticas identificadas como prioritarias a ser atendidas, sobresale la insuficiencia de la duración de las carreras de formación docente. En este sentido, este organismo nacional promueve una formación docente de cuatro años de duración con una clara articulación entre la teoría y la práctica promoviendo la formación continua y la investigación sobre las propias prácticas.